viernes, 26 de noviembre de 2010

EL ABUSO DE LA MINORÍA.

El abuso de la minoría.

La sociedad anónima.
La sociedad anónima es tipo de sociedad comercial con características particulares. La sociedad comercial es aquella definida en sus caracteres por el art. 1 de la Ley 19.550 cuyo nacimiento se produce cuando dos o más personas en forma organizada, conforme a uno de los tipos previstos en dicha norma, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios participando de los beneficios y soportando las pérdidas. Se trata del ropaje jurídico de la empresa como unidad económica. La constitución de la sociedad da surgimiento a un nuevo sujeto de derecho (la persona jurídica sociedad) distinto de las partes que lo constituyen. La atribución del carácter de “persona” constituye el efecto más característico del contrato de sociedad en tanto implica una clara separación patrimonial entre la entidad y quienes la integran, de manera tal que los derechos y obligaciones que aquella adquiera son imputados a la propia sociedad y no a sus socios ni a todos ellos[2]. La ley estructura a la sociedad anónima con un organicismo diferenciado en el que existen básicamente tres órganos: a) La Asamblea, integrada con los accionistas propietarios del capital, como órgano de deliberativo de gobierno. b) El directorio, designado por la primera, encargado de la administración, ejecución y gestión cotidiana, y la representación de la sociedad a través de su Presidente, y c) La sindicatura, también designada por la primera, encargada de la fiscalización. Las decisiones de gobierno, adoptadas por la asamblea de accionistas en base al principio de la mayoría, conforman la voluntad social. A ella se llega a través del voto de los accionistas expresado en dicho órgano luego de cumplir el procedimiento legalmente establecido. El principio de la mayoría otorga a ésta el derecho de administrar la sociedad y fijar la política empresaria imponiendo correlativamente a la minoría el deber de sumisión o acatamiento de las decisiones mayoritarias en tanto estas se ajusten al interés social[3]. El interés social está conformado entre otros elementos, por aquello que resulte más provechoso, beneficioso y conveniente para la sociedad comercial en su conjunto[4], razón por la cual la preservación de la empresa, en el mundo económico como fuente de empleo, coordinación de factores productivos contribuyendo al desarrollo de la riqueza y paz social, constituye un verdadero dogma para el legislador argentino[5]. Una cuestión que tiene lugar asiduamente la constituye el abuso de la minoría, la que sin embargo no cuenta con un estudio y desarrollo equivalente al de su opuesto “el abuso de la mayoría”, careciéndose en muchos casos de los instrumentos necesarios para obtener la reparación in natura y ejecutar la responsabilidad por los daños ocasionados.
El abuso de la minoría.
El fenómeno del abuso de la minoría se produce cuando ésta lleva adelante una conducta de obstrucción sistemática o bloqueo. Se convierte entonces la minoría, en términos de los doctrinarios Mascheroni y Mugillo, en una “máquina de impedir”[6] que valiéndose de los resortes normativos instrumentados por la ley para la defensa y protección de la condición minoritaria, distorsionan la télesis de la norma utilizando aquellos para satisfacer intereses estrictamente particulares, individuales o sectoriales al interés social, con frecuentes propósitos extorsivos o de chantaje en procura de ventajas económicas. Mascheroni – Mugillo señalan entre los procedimientos usuales de abuso de la minoría: a) Negativa a la aprobación de estados contables, cuando su voto es necesario a tal fin. b) Constantes pedidos de informes casuísticos, en flagrante abuso al derecho de información. c) Obstaculización o impedimento de las modificaciones estatutarias propuestas por la administración social mediante el voto negativo o la abstención, cuestión que se agrava en los casos de aumentos del capital social cuando los fondos son necesarios para el desarrollo de la empresa. d) Promoción de acciones judiciales y administrativas tendientes a hostilizar a los administradores y a la mayoría que los sustenta siendo el objetivo inmediato la obtención de medidas cautelares paralizantes de la actividad social, invocando para ello supuestas intenciones de la mayoría[7]. Estas acciones, aun cuando a posterioridad resulten rechazadas, sumen a la sociedad en una situación de inseguridad jurídica y su difusión en el tráfico comercial no es solo susceptible de desestabilizar a los administradores sino también – al generar desconfianza en los terceros (proveedores, bancos, etc.) – puede desencadenar un descrédito generalizado hacia la sociedad dificultando su normal funcionamiento[8]. La actitud obstaculizadora puede consistir, simplemente, según enseña Roitman[9] en el mero ausentismo (impidiendo la adopción de decisiones válidas, con el simple mecanismo de restar quórum) lo que desvirtúa la finalidad que la ley tuvo en mira al instaurar el sistema colegiado para la adopción de las decisiones sociales, esto es su funcionalidad y celeridad que permiten una correcta marcha de los negocios sociales. Valorando lo antes expuesto se han señalado dos grandes categorías de abusos de las minorías: a) Los abusos positivos que comprenden el uso antifuncional de los mecanismos legales acordados para defender los intereses de los accionistas y los de la sociedad, y b) Los abusos negativos o votos abusivos, que se integran con conductas de bloqueo u oposición sistemática e injustificada a la adopción de decisiones fundamentales para la supervivencia o perspectivas económicas de la sociedad[10].
Los instrumentos ante el conflicto.
La ley de sociedades no ha regulado la situación expuesta. Por ello debe acudirse a la figura del abuso del derecho establecida en el código civil en su artículo 1071 que condena el ejercicio abusivo de los derechos considerándose tal el que contraríe los fines que la ley tuvo en mira al reconocerlos o exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres. Nos ocuparemos aquí solo de los abusos negativos ya que en cuanto a los positivos, puede encontrarse solución mediante resoluciones judiciales que rechacen las acciones aventuradas imponiendo de manera ejemplificadora las costas sobre la base de conductas temerarias. En relación a los abusos negativos, es decir la oposición sistemática e injustificada a votar o prestar quórum para adoptar medidas necesarias para el desarrollo de la empresa lo que puede provocar una situación de desgobierno capaz de desembocar en la inevitable disolución de la sociedad, violando de manera flagrante el principio de preservación de la empresa, compartimos la opinión del catedrático español Rubio Vicente que sugiere incoar una acción por la cual, una vez acreditado el abuso, la resolución del juez equivalga a la adopción del acuerdo, ordenando su ejecución ya que si en nuestro derecho la sanción del abuso de la mayoría es la nulidad de la asamblea (conf. art 251 LSC) la del abuso de la minoría debe consistir en su aprobación o imposición. Dice Rubio Vicente: “Nulidad del acuerdo allí y aprobación e imposición aquí son las dos caras de una misma moneda.[11]” Por último vale recordar a Veron quien explica que si es perjudicial dejar a la sociedad anónima sometida al poder omnímodo de quienes representan en la asamblea la mayoría del capital, igualmente peligroso es el ejercicio caprichoso, abusivo y temerario de las acciones de una minoría irresponsable[12].
[2] Nissen, Ricardo Augusto. Ley de sociedades comerciales 19550 y modificatorias, comentada anotada y concordada. Tomo I. Editorial Astrea. Pág. 77.
[3] Mascheroni Fernando H. – Mugillo Roberto A. Régimen Jurídico del Socio. Editorial Astrea pág.42
[4] Vitolo, Daniel Roque. Sociedades comerciales. Ley 19.550. Doctrina Jurisprudencia Bibliografía. Tomo IV. Ed. Rubinzal Culzoni. Pág. 216.
[5] Veron, Víctor Alberto. Tratado de los conflictos societarios. Ed. La Ley. Parte segunda. Pág. 552.
[6] Mascheroni …pág. 41.
[7] Mascheroni…pág. 42.
[8] Pedro Rubio J. Vicente. Una aproximación al abuso de minoría en la sociedad anónima. RDJLyP. Derecho comercial y de las obligaciones. Año 37. 2004-A- pág. 6.
[9] Roitman, Horacio. Ley de sociedades comerciales. Comentada y anotada. Tomo IV. Ed. La Ley. Pág. 19.
[10] Pedro Rubio…pág. 10.
[11] Pedro Rubio...pág.33.
[12] Veron, Alberto Víctor. Tratado de las sociedades anónimas. Tomo III. Ed. La Ley. Pág. 1051.

domingo, 7 de noviembre de 2010

La cantidad de rumores inútiles
que un hombre puede soportar
es inversamente proporcional
a su inteligencia[1].

Rumores.
La reciente desaparición física del ex presidente Néstor Kirchner mostró una vez más – además de una enorme manifestación popular de afecto – que el pueblo argentino se encuentra permanentemente sometido a operaciones psicológicas[2] por parte de sus enemigos declarados: el poder financiero mundial a través de su brazo comunicacional[3] - que en nuestro país constituye el grupo Clarín y el diario de la oligarquía local La Nación - y sectores del ejercito y los servicios del inteligencia – que fueron justa y correctamente desplazados de sus cargos – y no creen en una sociedad construida sobre los valores de Verdad y Justicia. Pretenden desmoralizarnos que es nada más ni nada menos que lo que Néstor Kirchner llamaba el operativo desánimo para someternos a los designios del gran capital y su imperialismo del siglo XXI convirtiéndonos en una factoría que se dedique a exportar materias primas y recursos naturales para que los países centrales y colonialistas (EEUU, Inglaterra, España, Alemania. Italia entre otros) los manufacturen y nos los vuelvan a vender.

El hecho.
Todavía no se había dado sepultura al ex presidente cuando se echaron a correr rumores sobre el expresidentes que por respeto a la dignidad no reproduciré[4].

¿Qué es el rumor?
El término “rumor” proviene del latín “rumor - rumoris” y este de “rugitus”: ruido. Edwar Glover, el psicólogo que enseñó al pueblo inglés a defenderse de las operaciones psicológicas llevadas adelante por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, lo define como un “ruido intimidatorio”[5]. Constituye una de las técnicas especiales de las operaciones psicológicas y consiste en un informe específico sobre un asunto que interesa a mucha gente, de autenticidad dudosa y origen no comprobable que pasa de persona a persona, generalmente por vía oral[6]. La actualidad tecnológica facilita el instrumento y ha determinado que ahora se propague por vía correo electrónico. El rumor corre más de prisa y es más dañoso en momentos de tensión social[7]: la muerte del ex presidente cumple con el requisito. Es función de la importancia del asunto multiplicada por la ambigüedad de noticias en ese momento y la falta de hechos concretos. Aquí encuentra, la mano de obra desocupada de los servicios de inteligencia, el punto para operar: el digno, respetable e incuestionable hecho de velar al ex presidente a cajón cerrado fue manipulado para instalar el indigno rumor. Frade Merino, coronel de Artillería del servicio del Estado Mayor del Estado Español, explica que los rumores surgen en torno a pequeñas facciones de verdad que se deforman adaptándolas a una historia que concuerde con los deseos, odios o temores de la gente[8]. En este caso claro está, los profetas se valen del odio ya que el rumor se ve impulsado por este sentimiento, explotándose prejuicios, basado en la tendencia de mucha gente a creerlo, (el correo que circula termina diciendo: Es muy raro pero son los Kirchner). Concluye el citado autor del tratado sobre guerra psicológica que: “en realidad se les da crédito porque uno quiere creer en ellos”[9].

Como enfrentarlo.
Para enfrentar al rumor se deben tener en cuenta distintos principios. Analizaremos aquí solo los pertinentes al caso. El primero es que el rumor, para que sea aceptable, no debe tener conexión aparente con su verdadero promotor. Si se sabe cual es la mano que tiró la piedra y el interés que hay detrás de ella, pierde su valor. Por ello se fundamenta o se refuerza por medio de una autentificación de la supuesta fuente difusora – que claro está no es la real-. Como el rumor es una amalgama turbia de hechos dudosos, siempre le merecerá dudas a un interlocutor inteligente (como lo destacaba Schopenhauer). Así se explica que al escuchar un rumor, éste suele reforzarse con sentencias tales como: “me lo dijo de buena procedencia el marido de mi prima quien tiene un cuñado que es asesor del ministro”[10] Si se observa puede verse que ningún diario o medio de difusión masiva repitió la infamia por lo insostenible y para no ser vinculado al origen de ella. Vease que cuando la conductora nombrada lo hizo fue diciendo “saben lo que se dice en la calle …” modo subrepticio de hacerlo correr pretendiendo – sin ese resultado claro está - no quedar pegado. Por ello debemos investigar desde donde salió el rumor. Investigado esto nos encontramos con que el disparador del rumor fue el seprin. Este último es un portal de noticias que suele difundir información falsa –“pescado podrido” en la jerga periodística- a efectos de armar operaciones para ciertos sectores que los financian. Cuando el periodista de Indymedia Cristian Sanz relevó el portal informó: “muchas batallas políticas y algunas operaciones de prensa se desarrollan a través de este sitio, dejando a los ilusos lectores con la idea de que están leyendo periodismo de vanguardia, algo realmente falso. Este periodista ha analizado las predicciones e informaciones de Seprin durante casi 10 meses y pudo comprobar que el 80% de lo que publica resulta siendo falso. Estadística pura”[11]. El sitio se hizo conocido cuando convocó a un foro virtual a los cientos de agentes de Inteligencia que habían sido despedidos de la SIDE (secretaría de inteligencia del Estado) para que contaran sus secretos más incontables, producto de sus años de trabajo en la secretaría y es oportuno recordar que el significado de Seprin ha sido en sus comienzos Servicio Privado de Inteligencia, siglas que fueron cambiadas oportunamente por Alderete – su creador - trocando la palabra “Inteligencia” por “Informaciones. Con ello ya queda desacreditado el promotor. Por otra parte es necesario recordar que deben refutarse solo aquellos rumores que permitan hacerlo de un modo absoluto y concluyente[12]. Esto es así puesto que de otro modo la publicidad al rumor puede ser más peligrosa que el silencio. En el caso expuesto no existe posibilidad de mostrar el hecho que desacredite el rumor, razón por la cual se debe omitir toda respuesta al mismo y dejarlo morir en su indignidad. Frente a un sujeto que lo repita solo debemos expresarle nuestro desagrado por cuestionar una decisión que es propia de la familia y preguntarle si le parece correcto - frente a la muerte de un pariente suyo – que sean los terceros ajenos a la familia quienes definan el modo de velar y decidir el destino de sus restos. Si pretendemos la continuidad del proyecto que dirige CFK debemos estar preparados para soportar toda clase de indignidades, de parte del enemigo, sin que caiga nuestra fe y confianza en la victoria. Victoria para la que deberemos trabajar hoy más que nunca con todas nuestras energías.
[1] Arthur Schopenhauer.
[2] Conforme ya lo hemos expuesto desde hace tiempo en los siguientes artículos: Cabeza de Turco que puede leerse aquí: http://aminomelovasacontar.blogspot.com/
Derrotismo que puede leerse aquí http://aminomelovasacontar.blogspot.com/2009/10/derrotismo.html ,
Operación pánico diestro que puede leerse aquí
http://aminomelovasacontar.blogspot.com/2009/10/operacion-panico-diestro.html o en
El lenguaje y la propaganda política que puede leerse aquí:
http://aminomelovasacontar.blogspot.com/2009/10/el-lenguaje-y-la-propaganda-politica.html
[3] La relación entre poder financiero y medios de comunicación ha sido explicada en el artículo “El principio republicano de la periodicidad de los mandatos” que puede leerse aquí: http://aminomelovasacontar.blogspot.com/search?updated-min=2010-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&updated-max=2011-01-01T00%3A00%3A00-08%3A00&max-results=2
[4] En lo mediático fue Mirta Legrand en su programa la que repitió semejante infamia. Se trata del personaje nefasto que trabaja en el canal America TV de propiedad del filántropo colombiano y que, según el diario perfil informó en julio del corriente año, dado su neto perfil antikirchnerista pasaría a Canal 13 del grupo Clarín.
http://www.perfil.com/contenidos/2010/07/30/noticia_0022.html
[5] Edward Glover. Psicología del miedo y el coraje. Ed. Pleyade. Pág. 53.
[6] Frade Francisco Merino: La Guerra Psicológica. Ed. Pleamar. Pág. 104.
[7] Frade. Op cit. Pág. 104.
[8] Frade. Op cit. Pág. 104
[9] Frade. Op cit. Pág. 104
[10] Teoría y práctica de la propaganda contemporánea. Cesar Hidalgo Calvo. Pág. 178.
[11] http://argentina.indymedia.org/news/2004/09/220887.php
[12] Frade. Op. Cit . pág. 105